Cómo limpiar tu plancha de forma rápida y sencilla
Al principio, una plancha nueva funciona perfectamente, deslizándose con facilidad sobre cualquier prenda. Sin embargo, con el tiempo, empiezas a notar que ya no plancha igual, se pega a la ropa o ves cal en los orificios del vapor. Es en ese momento cuando debes limpiarla. Aquí te mostramos algunos trucos para hacerlo.
Cómo limpiar una plancha:
Sabes que es hora de limpiar tu plancha cuando ves manchas o la base está pegajosa. La plancha debe deslizarse suavemente sobre la ropa, sin dejar marcas ni pegarse.
Antes de limpiarla, asegúrate de que esté desenchufada y completamente fría. Puedes usar productos específicos para limpiarla o incluso algunos remedios caseros. Eso sí, prueba siempre el producto en una pequeña parte de la base para evitar posibles daños.
Paso a paso para limpiarla plancha
Mantener tu plancha de vapor limpia es clave para que tu ropa quede perfecta. Aquí te mostramos algunos trucos sencillos y económicos para lograrlo.
- Lavavajillas: Este producto no solo es útil para platos, sino también para limpiar tu plancha. Mezcla lavavajillas con agua caliente en un recipiente, luego frota la plancha con una esponja o cepillo suave. Aclara bien para eliminar todos los restos.
- Bicarbonato de sodio: Mezcla dos cucharadas de bicarbonato con agua y aplica la mezcla sobre la plancha fría. Después de unos minutos, limpia con un paño húmedo. El bicarbonato es muy eficaz para quitar manchas quemadas.
- Vinagre: Calienta un poco de vinagre blanco y aplícalo con una esponja sobre la plancha. Frota suavemente hasta que la suciedad desaparezca. Si es necesario, puedes añadir bicarbonato para aumentar el poder de limpieza.
Remedios caseros para limpiar la plancha
- Agua con jabón: Para una limpieza rápida, usa una esponja humedecida en agua con jabón. Evita los estropajos de aluminio para no dañar la base.
- Pasta de dientes: Si el agua y jabón no son suficientes, aplica un poco de pasta de dientes en la base seca y frótala con un paño. Luego, limpia los restos con un trapo húmedo.
- Vinagre: Para manchas difíciles, mezcla partes iguales de vinagre blanco y sal, calienta un poco la mezcla y aplícala con una esponja. Usa guantes para proteger tus manos y frota suavemente la base.